en botellas vacías
y consumar palabras
al pie de la hojarasca.
De tanto celebrar
la transparencia de las cosas
y la sensibilidad
a punta de lápiz.
De tanto anochecer
en los pasillos de mi cuerpo
y tanta sangre de ideas.
Entre tanto laberinto
no supe ver aquel árbol
aquel árbol solitario
que es la poesía.